El recuerdo no hace el olvido.
Mi corazón deja de latir en el momento en que te ve.
miércoles, 6 de noviembre de 2013
Remordimiento
Y es que siento que no puedo más, que este bucle sin fin no acabará jamás. Porque, cuando el remordimiento es lo que llevas dentro, cuando es lo que te acompaña en todo momento, se hace difícil la convivencia con los demás sentimientos.
viernes, 1 de noviembre de 2013
Corre, que se te escapa.
Suelo sentarme en frente del escritorio, mirando fijamente a la ventana. Veo cómo pasa el tiempo y, dependiendo del momento, de si es verano o invierno, o simplemente, de la hora, un montón de niños que pasan por mi calle juegan, ríen, saltan e incluso lloran porque sus madres no les han querido comprar su chuche favorita. Me encantaría decirles que disfruten, que esa etapa se acaba y todo se complicará, porque toca hacerse mayor. Ahora todos pensamos en cuanto nos gustaría volver atrás, a la diversión, al consentimiento de nuestros abuelos e incluso a las tontas peleas con nuestros compañeros.
Pero eso mismo nos dicen a nosotros, y tienen razón. La adolescencia, la juventud, no es eterna, y lo que ahora nos parece un mundo más tarde nos daremos cuenta de que era una gilipollez. Si no disfrutamos ahora, ¿Cuándo lo haremos? Ríe, llora, ama, vive y se feliz antes de que el tiempo se te eche encima.
Pero eso mismo nos dicen a nosotros, y tienen razón. La adolescencia, la juventud, no es eterna, y lo que ahora nos parece un mundo más tarde nos daremos cuenta de que era una gilipollez. Si no disfrutamos ahora, ¿Cuándo lo haremos? Ríe, llora, ama, vive y se feliz antes de que el tiempo se te eche encima.
domingo, 21 de abril de 2013
A veces, no le encuentro el sentido.
Aquello que en su momento fue bonito, hermoso. Un amor que
pocos conocen y que todos quieren. Esa bonita flor que parece que nunca se
marchitará pero que, al final, quieras o no, acaba muriéndose. Pensar en lo que
un día tuviste, en lo que sentiste, y llegar a la conclusión de que a veces no
merece la pena llegar hasta ese punto con alguien. Porque, ¿de qué sirve, si al
final todo acaba igual? Se dejan de lado los sentimientos y empiezan las
discusiones, una tras o otra, sin parar, sin tener en cuenta el daño que haces.
Y todo esto, todo lo que has vivido con esa persona, ¿Para qué? Para sufrir,
llorar y pasar semanas o incluso meses en un pozo del que te cuesta la misma
vida salir.
domingo, 14 de abril de 2013
Sigue adelante.
Tic-toc, tic-toc, tic-toc... Ese ruido que no para de sonar en mi cabeza y que significa el fin, el fin del tiempo del examen y el fin de horas y horas de estudio en la biblioteca. Los demás alumnos siguen escribiendo, rápidamente intentan poner en los últimos segundos lo que no han puesto en todo el examen.
Fin. Se acabó el tiempo. Me levanto y entrego el examen, soy la primera en hacerlo. Recogo mis cosas, salgo de la clase y cierro la puerta con un suspiro. Lo he conseguido, aunque ha sido muy difícil, y todo por su culpa. Me encamino hacia la salida, ya libre de todo peso en la conciencia por haber fallado a mi familia, abro la puerta y sin previo aviso su imagen cae sobre mi como una losa. En un banco cercano se encuentra él junto a sus estúpidos amigos, riéndose, bromeando, como si nada hubiera pasado, como si no le afectara en absoluto. En cuanto me ven todos se callan y Dani se gira, cambiando su sonrisa por una mueca de asco.
Yo sigo adelante y camino airada, sin ni siquiera dedicarle una mirada. No se la merece, no se merece nada de lo que le he dado, y menos después de haberme hecho tanto daño, de comportarse como un auténtico hijo de puta conmigo. Pero es demasiado tarde para arrepentirse de las cosas. Lo hecho, hecho está. Porque los recuerdos que has dejado atrás nunca volverán.
Fin. Se acabó el tiempo. Me levanto y entrego el examen, soy la primera en hacerlo. Recogo mis cosas, salgo de la clase y cierro la puerta con un suspiro. Lo he conseguido, aunque ha sido muy difícil, y todo por su culpa. Me encamino hacia la salida, ya libre de todo peso en la conciencia por haber fallado a mi familia, abro la puerta y sin previo aviso su imagen cae sobre mi como una losa. En un banco cercano se encuentra él junto a sus estúpidos amigos, riéndose, bromeando, como si nada hubiera pasado, como si no le afectara en absoluto. En cuanto me ven todos se callan y Dani se gira, cambiando su sonrisa por una mueca de asco.
Yo sigo adelante y camino airada, sin ni siquiera dedicarle una mirada. No se la merece, no se merece nada de lo que le he dado, y menos después de haberme hecho tanto daño, de comportarse como un auténtico hijo de puta conmigo. Pero es demasiado tarde para arrepentirse de las cosas. Lo hecho, hecho está. Porque los recuerdos que has dejado atrás nunca volverán.
lunes, 21 de enero de 2013
Lluvia salada.
Cierras la puerta. Miras a tu alrededor, miras esa habitación llena de recuerdos y, sin ningún tipo de aviso empiezas a ver borroso y a notar cómo, lentamente, tus mejillas se van humedeciendo. Al principio no lo entiendes, pero al final caes en la cuenta, estás llorando, y ni tú misma sabes el por qué. Si por lo menos pudieras decir que tan solo son unas pequeñas lágrimas caídas por despiste, pero no, estás llorando a lágrima viva. La cuestión es... ¿Por qué? Quizá sea por los amores pasados, por esos chicos de los que te ilusionaste y creías que eran perfectos, pero que después te decepcionaron, mostraron su auténtica naturaleza y te hicieron daño. Quizá sea por amistades pasadas, esas personas que creías que estarían ahí siempre y te apoyarían en todo, solo porque tú estabas dispuesta a hacerlo. O quizá sea porque estas harta de dar, dar y dar, y no recibir nada a cambio.
sábado, 12 de enero de 2013
Debilidad
Tu corazón late suave, lento, hasta que llega él y lo acelera. Una sola mirada suya hace que tu cuerpo se estremezca y una corriente de nerviosismo circule por él. Sus ojos hacen que te pierdas en ellos cada vez que los ves. Sus labios te producen un placer inmenso al besarlos, tienen un sabor extraño pero al mismo tiempo adictivo, y es imposible parar. Cuando él está delante es inexistente tu fuerza de voluntad.
viernes, 4 de enero de 2013
Mejor de lo que imaginaba
"Me plantó un beso. Al principio me quedé paralizada
de la sorpresa, pero después de unos segundos se lo devolví. Me cogió de la
cintura y me atrajo hacia él, yo le rodeé el cuello con mis brazos y entrelacé
los dedos con su pelo. Hacía tiempo que soñaba con este momento y, la verdad,
es que estaba siendo mucho mejor de lo que esperaba. Sus labios eran dulces,
suaves y me transmitían una sensación de calidez que me embriagaba. Nuestras
bocas encajaban a la perfección, como en un rompecabezas. Al principio el beso fue tierno, pero poco a
poco se tornó más pasional e intenso, al
igual que nuestras respiraciones, que se hacían cada vez más entrecortadas. Él me
apretaba cada vez más contra su cuerpo y yo sentía como si nos fuéramos a fundir en
uno solo."
Suscribirse a:
Entradas (Atom)