Hielo

Sentir que no puedes dar más de sí, que ese corazón que antes latía desbocado con mucha facilidad ya no siente ni padece, se ha vuelto frío e indiferente, está vacio de sentimientos. Porque está harto, harto de ilusionarse y darlo todo por alguien que luego lo romperá y lo tirará a la basura.

Libre

Salgo fuera. Llueve. Las gotas resbalan por mi cara cómo si de lágrimas se tratasen, y la ropa, ya calada por el agua, hace que mi cuerpo tiemble. Pero no importa, da igual, porque me encanta la sensación de libertad al extender los brazos bajo la lluvia. Dejar la mente en blanco y, por un momento, olvidar todos los problemas.

Me he propuesto un reto, no pensar en ti, olvidarte por completo.

No lo entiendo. ¿Cómo se puede querer a alguien tan rápido y olvidarle tan lento?

Se acabó el verano.

Y ya estamos en octubre, atrás quedó el verano, los meses de junio y julio, cuando los días de vacaciones parecían eternos y todo podía pasar. Atrás quedó ese amor de verano que te rompió el corazón poco antes de empezar las clases, la playa, el olor a mar y el sonido relajante de las olas al romper en la orilla.
Ahora solo queda hacer los deberes, estudiar e intentar olvidarle, olvidar todos los momentos que pasamos juntos, las risas, los piques y esa sensación que tenías de que el corazón se te iba a salir del pecho cuando estabas con él.